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De opinión Entre nos Última hora

Por Alfredo Ponce

EXPLOSIONES DE 2019

Diciembre de 2018 marca un parte aguas en el estilo de gobernar. No hay bolita mágica que pueda adivinar si al final del sexenio, será bueno o malo y es imposible calificar un gobierno en un año, mas en un país tan golpeado por la clase gobernante, tan sometido por los poderosos, tan abusado por los políticos.  Lo que si puedo asegurar es que las cosas han cambiado, por lo menos, ya no hay la prepotencia insultante de los poderosos, no hay los lujos que lastiman al solo presenciarlos, las largas caravanas de guaruras ni los excesos en los viajes de los gobernantes, o la pleitesía que se les tenía que rendir a todos los familiares de la casa real en turno. De todas formas, las cosas hay que decirlas como se perciben, no estamos bien y parece que estamos lejos de ello. Se requiere de mucho mas esfuerzo y bastante mas talento, para sacar al país del atolladero donde nos dejaron y que algunos todavía tienen el descaro de defender. Algunas de las eventualidades que marcaron nuestra patria en este año, fueron sucesos fuertes que bien o mal, se han superado y en estos días, hacemos algunos comentarios sobre los que pensamos que son trascendentes.

 

ENERO: LA LUCHA CONTRA EL HUACHICOL.

En el terreno nacional los eventos mas importantes del año aparecieron muy temprano, cuando, literal, desde diciembre de 2018 se percató el gobierno entrante, que la bancarrota de la otrora empresa que nos mantenía en el cuerno de la abundancia, es decir, Pemex, tenia muchas aristas, pero una de las principales era el robo de 74 mil barriles diarios de producto, así, para tratar de enfrentar ese problema se produjo la crisis de gasolina que afecto prácticamente a todo el territorio. El gobierno enfrentó el problema de manera agresiva. Cerró las válvulas de los gasoductos y decidió poner control de salida en las pipas que llevarían el combustible a las estaciones expendedoras. No había suficiente transporte. Se formó un equipo para que se fueran de compras de pipas. Lo grave fue que se detectó que de todo el Huachicol que se robaban, solamente el 20 % era por perforaciones a gasoductos y el resto era parte de los latrocinios que se generaban desde las oficinas internas de la misma paraestatal. Las mismas cisternas rodantes de la empresa sacaban gasolina que la reportaban como robada y la entregaban “por abajo del agua” a gasolineras que estaban metidas “en el cochupo”. Este evento, fue muy bien aprovechado por los enemigos de México para tratar de  hacer una revuelta aprovechando la escases y las largas filas de personas esperando a llenar un recipiente de plástico o ponerle gasolina a su automóvil. Fue difícil para muchos, pero se dio la primer muestra de autoridad de AMLO y a final de cuentas tuvo buenos resultados. Hoy la crisis es solo una anécdota del pasado y por lo menos sabemos donde estábamos parados. Los ladrones de cuello blanco ya están bien detectados, algunos andan huyendo y uno de los peces gordos ya detenido, las gasolinas se han mantenido sin grandes variaciones en el precio como lo hacían antes que cada mes había un “deslizamiento” para que siguieran robándose el patrimonio energético y nosotros pagándolo. Mas allá, ahora sabemos que los antiguos gobernantes tuvieron la osadía de vender plantas químicas para la terminación de las gasolinas y que se encontraban dentro de las mismísimas instalaciones  de PEMEX.  La crisis de abasto duro casi 4 meses, pero al final se superó y al parecer el robo actualmente anda por el orden de los 4 mil barriles diarios, el cual esperamos que siga bajando hasta desparecer.

Imagínese usted nada más, si cada barril contiene 159 litros de hidrocarburos y se robaban 74 mil de ellos diariamente, se calcula que el boquete económico era de muchos miles de millones de pesos.

Finalmente, restablecer PEMEX, no solo significa que una empresa paraestatal pierda o no dinero del pueblo, la visión debe ser mas profunda, tenemos que ser autosuficientes en la producción de energéticos para no depender de los mercados internacionales, que en cualquier momento y ante eventualidades diversas, podrían hacernos colapsar como nación, ya que imagínese usted, si andaban volviéndose locos porque no llegaban las pipas a las estaciones de abastecimiento, que pasaría, si no hubiera gasolina definitivamente y estuviéramos a expensas de que algún país nos pudiera abastecer. Por lo pronto, la meta de producir nosotros nuestra propia gasolina, aun cuando algunos digan que ya son energéticos del pasado, es un objetivo supremo para la nación.

Seguiremos en estos días de fiestas navideñas y comentando los eventos mas importantes del año.

Hasta la próxima.

drponce@hotmail.com

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