El independentismo catalán se mostró hoy preocupado por las acciones violentas con que concluyeron las movilizaciones para recordar el referendo del 1 de octubre de 2017, que causaron cargas policiales afuera de la sede del Parlamento local. Las manifestaciones organizadas por la llamada Plataforma 1 de Octubre (integrada por asociaciones sociales que apoyan la secesión) concluyeron en el exterior de la cámara catalana, pero grupos de radicales permanecieron e intentaron entrar al interior.
La policía catalana (Mossos d`Esquadra) debió improvisar un operativo que acabó en numerosas personas golpeadas, pero también con agresiones a los agentes y daños a mobiliario urbano. La carga policial se suma a la registrada el pasado sábado, cuando los “mossos” debieron impedir que una manifestación independentista chocara con otra de policías españoles en el centro de Barcelona. La jornada de ayer, en la que había programadas numerosas manifestaciones, el presidente catalán Joaquim Torra, animó a los llamados Comités de Defensa de la República (considerados el ala radical del independentismo) a continuar su presión en las calles.
A pesar de ello, Torra fue abucheado e insultado por los manifestantes en el final de la marcha que los independentistas realizaron de la Plaza de Cataluña al Parlamento catalán. Ante esos hechos, el presidente del gobierno español Pedro Sánchez, expresó en su cuenta de Twitter que “la política catalana tiene que volver al Parlamento”. Expuso que el presidente Torra “debe cumplir con sus responsabilidades y no poner en riesgo la normalización política alentando a radicales al asedio de las instituciones que representan a todos los catalanes.
La violencia no es el camino”. Sin embargo, las críticas a las acciones violentas también se dieron dentro del independentismo, como la del expresidente Carles Puigdemont, que desde Bruselas escribió que “si van encapuchados y con violencia, no son los del 1 de octubre”. “Lo hicimos a cara descubierta y de forma pacífica. De esta manera vencimos, hace un año, a un Estado autoritario. ¿Quién tiene interés en que se infiltre la violencia perdedora allá donde hemos resistido con una paz vencedora?”, cuestionó.
El ex vicepresidente catalán y actualmente en prisión, Oriol Junqueras, escribió: “Hemos llegado más que nunca a nuestra forma Serena, pacífica y democrática de hacerlo. En una República para todos, no hay ningún lugar para la violencia, provienen de donde vienes”. La vicepresidenta catalana, Elsa Artadi, trató de desvincular las expresiones de Torra de lo ocurrido afuera del Parlamento de Cataluña, al asegurar que “una cosa es presionar y otra cosa ser violentos”.
